Una joven empresaria de Lima enfrenta un serio desafío tras la apertura de su nuevo restaurante: ha sido víctima de extorsión con amenazas de muerte hacia ella y su familia. Los extorsionadores demandan un pago de 10 mil soles para garantizar su seguridad y la de sus seres queridos. «Te dejo bien en claro que tengo bien ubicada a tu familia y si hasta el momento no se te hizo nada es porque tienes una oportunidad, de lo contrario no vas a poder andar tranquila en la calle», advirtieron los delincuentes en un mensaje directo y alarmante.
El caso toma un giro aún más inquietante al revelarse que las llamadas de extorsión provienen del penal de Huánuco. Este detalle crucial subraya la gravedad y la complejidad del asunto, llevando a la joven emprendedora a solicitar ayuda urgente para la identificación de los responsables.
Además, se ha descubierto que esta situación no es única. Otros negocios en la localidad también están sufriendo amenazas similares. La joven empresaria relata la experiencia de una amiga y colega que enfrenta circunstancias parecidas: «Uno ya no puede emprender tranquilo. Me estoy comunicando con mi amiga que también tiene un negocio y me dice que la misma persona también está amenazando a ella y a su familia».
Este patrón de extorsión, vinculado al penal de Huánuco, resalta un problema más amplio que afecta a la comunidad empresarial de Lima. La joven ya ha presentado una denuncia, buscando detener esta ola de extorsión que amenaza no solo su proyecto empresarial, sino también su bienestar personal y el de otros emprendedores.
La comunidad local se encuentra en estado de alerta ante estos acontecimientos, esperando una respuesta efectiva para asegurar un entorno de negocios seguro y libre de intimidaciones. Este incidente destaca la vulnerabilidad de los nuevos negocios frente a prácticas delictivas y la necesidad de una mayor seguridad y protección para los empresarios de la región.