Del saco al bolsillo: las graves acusaciones contra Vizcarra por 60 mil dólares

Nuevas denuncias de sobornos involucran al expresidente Martín Vizcarra. Durante el juicio oral por los casos Lomas de Ilo y Hospital Regional de Moquegua, José Fernando Castillo Dibós, exgerente general y expresidente del directorio de la empresa constructora ICCGSA, aseguró que entregó personalmente 60 mil dólares a Vizcarra en 2016. Estas revelaciones ocurrieron en una audiencia ante el Poder Judicial, donde Castillo Dibós participó como colaborador eficaz.

Declaraciones del colaborador eficaz

Castillo Dibós, interrogado por el fiscal Osias Germán Castañeda, relató que la entrega del dinero ocurrió durante una reunión con Vizcarra y el exministro de Agricultura, José Hernández. Según el testimonio, ICCGSA habría pagado un soborno total de 1 millón 300 mil soles para obtener la adjudicación de la obra del hospital de Moquegua, financiado a través de un proceso de licitación convocado por UNOPS. “El Gore de Moquegua tenía la decisión final para adjudicar o no la licitación”, afirmó Castillo.

El colaborador eficaz detalló que la solicitud inicial de soborno fue hecha directamente por Vizcarra a través de intermediarios. “El señor Rafael Granados me contó que Vizcarra había hecho un requerimiento económico para otorgar la buena pro. Él pedía 1 millón 300 mil soles”, declaró. La empresa aceptó el pago debido a las inversiones ya realizadas en la propuesta de construcción. “Evidentemente era un requerimiento ilícito. Cuando me lo contaron, lo vi como un chantaje”, agregó.

Los pagos y su logística

Castillo Dibós explicó cómo se ejecutaron los pagos. El monto fue entregado en ocho partes, seis de las cuales fueron canalizadas a través del exministro Hernández. Las dos restantes fueron entregas directas, una de ellas realizada por Rafael Granados y la otra por el propio Castillo Dibós.

«Yo era el encargado de buscar los recursos. Esas cantidades no seguían el curso de los gastos regulares, sino que fueron sacadas por medio de un proveedor, la empresa MZARQ, que nos daba facturas por servicios inexistentes. Una vez que tenía el dinero, lo guardaba en la caja fuerte de la empresa. Posteriormente, me reunía con Granados en una oficina y lo colocábamos en sobres manila con cinta adhesiva. De esa forma eran entregados a Hernández cuando iba a las oficinas de ICCGSA a recoger el dinero”, explicó Castillo.

Entrega directa a Vizcarra

El momento más revelador de la declaración fue la descripción de cómo entregó personalmente 60 mil dólares a Vizcarra. «Hernández me cita en el centro comercial que está en la bajada de La Molina. Me hace saber que Vizcarra exigía lo pendiente (S/200 mil). Yo le dije que iba a revisar y, posteriormente, le dije que coordináramos la fecha y hora. Llegado el día fui a la casa del señor Hernández a las 8.30 pm. Fui con un chofer de la empresa. Ingresé a la casa y ahí estaba Hernández y Vizcarra».

Según Castillo, la entrega del dinero ocurrió en un ambiente tenso. «Era una situación tensa. La reunión duró una hora o más aproximadamente. En un momento, Hernández me hacía señas y yo entendí que era el momento. Procedí a pararme para traer dinero y justo Hernández se paró para traer más bocaditos. Yo me paré, saqué de mis bolsillos el dinero y lo puse en una repisa que había en la sala. Me senté, Vizcarra se paró, lo recogó, puso ese dinero en los bolsillos de su saco y pantalón y procedió a sentarse”, narró.

Castillo también destacó que Vizcarra no habló durante la entrega y que, tras este pago, no se hicieron más exigencias. «Yo vi que el dinero se lo colocó en bolsillos internos del saco y otra parte en el pantalón. Luego siguió la conversación y, en un momento determinado, me fui. En ese momento, Vizcarra no habló. Después de eso ya no existió ninguna otra exigencia de parte de Vizcarra. Cumplimos con la totalidad del pago”, concluyó.

Implicaciones legales y políticas

Las declaraciones de Castillo Dibós representan un golpe significativo a la credibilidad del expresidente Vizcarra, quien ya enfrenta diversas investigaciones por presunta corrupción. La descripción detallada del mecanismo de sobornos y la participación directa del exmandatario en la recepción del dinero refuerzan las acusaciones de la Fiscalía.

La gravedad del caso también radica en la cantidad de dinero involucrada y la posible existencia de un esquema sistemático de corrupción durante la gestión de Vizcarra como gobernador regional de Moquegua. Las implicaciones no solo afectan su legado político, sino también la confianza pública en las instituciones que adjudican obras públicas.

Reacciones y opinión pública

El testimonio de Castillo Dibós ha generado fuertes reacciones en la opinión pública. Sectores críticos acusan a Vizcarra de haber utilizado su posición de poder para beneficio personal, mientras que sus defensores insisten en la presunción de inocencia y cuestionan la credibilidad del colaborador eficaz.

La descripción detallada de la entrega de dinero también ha despertado indignación entre los ciudadanos, quienes exigen sanciones ejemplares para los involucrados y un mayor control en los procesos de contratación pública.

Conclusión: un caso emblemático en la lucha contra la corrupción

El caso de Martín Vizcarra y los presuntos sobornos recibidos de ICCGSA representa un ejemplo más de los desafíos que enfrenta el Perú en su lucha contra la corrupción. Las declaraciones de Castillo Dibós, aunque requieren ser corroboradas, plantean serias dudas sobre la gestión de recursos públicos y la integridad de quienes ocupan cargos de poder.

Con la justicia aún evaluando las pruebas presentadas, este caso podría marcar un precedente importante en la persecución de actos de corrupción y en la restauración de la confianza ciudadana en las instituciones del Estado.