De acusado a regulador: su lucha contra las denuncias sobre leche infantil y su nuevo rol supervisor.

La seguridad alimentaria infantil se encuentra en el centro de la polémica tras el reciente nombramiento de Kyle A. Diamantas como nuevo jefe de la división de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) encargada de regular las fórmulas para bebés. Este nombramiento ha generado controversia debido a su pasado como abogado corporativo defendiendo a un importante fabricante de fórmulas infantiles en litigios relacionados con daños graves a bebés prematuros.

Según la investigación publicada por The New York Times, Kyle A. Diamantas se unió a la FDA el mes pasado, dejando atrás su puesto en el bufete de abogados Jones Day, conocido por ser una fuente recurrente de talento para administraciones gubernamentales anteriores.

Durante su tiempo como socio en la oficina de Jones Day en Miami, Diamantas representó a Abbott Laboratories en una demanda que acusaba a la empresa de no advertir adecuadamente a los padres sobre el riesgo elevado de una condición intestinal mortal asociada a su fórmula especializada para bebés prematuros. Se debe recordar que la enterocolitis necrotizante (ECN) es una patología grave que afecta principalmente a neonatos prematuros y que puede ser fatal.

Abbott finalmente perdió el caso y se le ordenó pagar $495 millones. La compañía ha apelado el veredicto. Es importante destacar que los productos alimenticios destinados a lactantes y niños pequeños están sujetos a regulaciones más estrictas que otros alimentos, debido a su vulnerabilidad.

El rol del líder de la división de alimentos de la FDA es amplio, abarcando la supervisión de la seguridad de aproximadamente el 80 por ciento del suministro de alimentos en los Estados Unidos. Esto incluye la regulación de ingredientes, el etiquetado y los procesos de fabricación para garantizar que los alimentos sean seguros y nutritivos para el consumo.

Además de sus responsabilidades regulatorias, se espera que Diamantas juegue un papel clave en la implementación de la agenda del Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., que busca reducir los aditivos en los alimentos y eliminar lo que Kennedy ha descrito como corrupción en las agencias de salud pública. En su primera semana en el cargo, Kennedy prometió al personal del Departamento de Salud y Servicios Humanos «cerrar la puerta giratoria para restablecer la confianza pública».

Este nombramiento ha generado preocupación entre algunos defensores de la seguridad alimentaria, quienes temen que la experiencia previa de Diamantas defendiendo a una empresa de fórmulas infantiles pueda influir en su capacidad para regular imparcialmente la industria. La FDA tiene la responsabilidad de proteger la salud pública y garantizar que los alimentos, incluidos las fórmulas infantiles, sean seguros y nutritivos. La transparencia y la imparcialidad son cruciales para mantener la confianza del público en la agencia.