Escrito por: Iraldia Loyola
En el mundo, el sector cultural ha sido uno de los más afectados durante la pandemia. A pesar de verse afectada ha desempeñado un papel fundamental durante la crisis. Transmitiendo mensajes, levantando el ánimo, promoviendo el bienestar y la salud mental, y proveyendo de entretenimiento. Todo ello ha sido clave para la resiliencia de comunidades enteras. (Contexto Nº7)
Según el informe sobre el impacto del estado de emergencia por la COVID-19 en el sector de las artes, museos e industrias culturales y creativas del Ministerio de Cultura del Perú, entre marzo y junio del 2020 se registraron más de 160 millones de soles en pérdidas económicas como consecuencia de la emergencia sanitaria. Esto representa más de 175 mil salarios mínimos en el Perú.
Nadie había previsto un cierre tan intempestivo de cines, teatros, museos, salas de exposición y salones culturales, y debido a las medidas de confinamiento se registraron en el Perú un total de 64 997 servicios o actividades canceladas.
En las últimas dos décadas, en Huánuco se generó una gran movida cultural, la misma que se produjo a partir de la literatura, música, artes plásticas y teatro principalmente. Muchos actores y gestores culturales han sido seriamente afectados, ya que además de haberse infectado, han tenido que optar por dedicarse a otros rubros para sobrevivir. Durante la pandemia muchas instituciones culturales debieron reinventarse, una de las pioneras ha sido la Biblioteca Pública Municipal de Huánuco, que se mudó a las plataformas virtuales para brindar ayuda a los diferentes gestores culturales.
Edilberto Sánchez, Luis Antonio Torres, Jhonn Medina y Arturo Caldas no solo tienen en común una gran trayectoria profesional en el sector cultural, sino que también han sido afectados directamente por la pandemia al infectarse. En situaciones y tiempos diferentes, gracias al apoyo de sus familiares y amigos, han logrado recuperarse en esta crisis cuyo estado de emergencia ha afectado a más de 50 mil personas vinculadas al sector cultural, ya sean trabajadores independientes y micros o pequeñas empresas.

Edilberto Sánchez (actor y director de teatro) se infectó en junio del 2020 al apoyar una causa benéfica. Como fue asintomático debió realizarse tres pruebas de antígeno para cerciorarse del contagio. “Fue una etapa muy difícil y realmente es el estado anímico el que te somete y te destruye”, expresa.
Luis Antonio Torres (artista visual del grabado) y Jhonn Medina (Presidente de la Asociación Escritores de Huánuco) se infectaron durante la primera ola de la pandemia, en tiempos de incertidumbre en el que aún no había tratamientos seguros y no se sabía mucho sobre este virus.
“Ha sido un tratamiento que ha tenido que ver más con la medicina tradicional. Puedo asumir que la he visto bien cerca pese a mi edad, a veces uno piensa que está librado, pero ha sido muy complicado porque muchos artistas que conozco han partido”, manifiesta Luis Antonio Torres quien a mediados del 2021 ha visitado Huánuco para formar parte del Laboratorio gráfico Fhe.
Jhonn Medina se desempeñaba como fiscal en la ciudad de Llata y junto a un grupo de profesionales también fiscales y asistentes en función fiscal, fueron uno de los primeros grupos contagiados en la región. “Más o menos un mes y medio estuvimos aislados, sin contacto con la población y cuando salimos a la calle por fin, nos veían como extraños, no querían alquilarnos cuartos, no querían darnos comida, fue muy difícil”, comenta.

Por su parte, el maestro Arturo Caldas (notable músico y director de orquestas) nos ha manifestado que no supo cómo se contagió ya que a pesar de estar en casa enfermó y tuvo que ser internado alrededor de un mes en el hospital, pero no llegó a cuidados intensivos. “Como a todos esta noticia en la primera ola nos agarró desprevenidos. Lo he tomado con bastante seriedad, intuyo que me contagié a través de la persona que salía, aunque manteníamos una cierta distancia cuando conversábamos, pero creo que no fue la suficiente, no usaba mascarilla porque como no salía a la calle, creía que era suficiente”, explica el maestro Arturo, quién después de pasar por esta situación, volvió a los escenarios con un concierto de gala al celebrarse los 150 años del nacimiento de Daniel Alomía Robles.
Como vemos, estos cuatro artistas han vivido situaciones diferentes ante un mismo problema, la pandemia aún no ha terminado y continúan en la lucha haciendo frente a un virus que ha cobrado la vida de miles de personas en el mundo.
Pero, para ellos ¿Qué cambió con la pandemia?
Desde la mirada de Edilberto Sánchez, en varios aspectos han habido cambios, “Cuando uno se contagia de la COVID piensa que se va morir. Entonces piensa en las cosas que tienes pendientes por hacer, a veces uno quiere un poco más de tiempo para poder realizar esas cosas que ha pospuesto. Y cuando sientes que las cosas van a terminar, aprendes a valorar el tiempo”.

Para Luis Antonio Torres el cuidado de la salud y la vida familiar han dado giros extremos, pues el hecho de llegar a perderlo en algún momento le ha permitido reflexionar sobre el tema. “El hecho de estar muy cerca de perder todo, eso es muy fuerte. A nivel físico siento como si hubiesen pasado diez años más sobre mí, eso es complicado, siento que hay enfermedades o malestares que posiblemente me hubieran visitado un tiempo después, siento que el cuerpo no ha quedado bien y demanda todavía ciertas cosas”.
Desde la perspectiva de Jhonn Medina el cambio más importante que se manifestó en las personas ha sido la solidaridad. “Realmente creo que el mundo no volverá a ser lo mismo. Para los escritores, principalmente, ha sido un espacio de reflexión, además de un insumo para poder seguir produciendo, dentro de la literatura por ejemplo se ha aperturado el mercado para el comercio electrónico, las editoriales se han visto en la necesidad de implementar sus tiendas virtuales”.
Arturo Caldas comenta que no solo la música no tiene gran espacio, sino todo el sector cultural, ya que no existen políticas culturales definidas. “Creo que la actividad musical en el Perú, considerando por supuesto que algún día pueda cambiar, no debe ser una actividad principal dentro de una persona, pues el servicio musical en estos tiempos es perjudicial, si no se tiene una actividad paralela como la docencia por ejemplo”.
Entonces ¿Qué se ha aprendido?
“Fundamentalmente hemos aprendido y creo hemos consolidado que el teatro no se puede hacer a través de plataformas virtuales, creo como muchos otros, que el teatro es el único arte que necesita al público presente para interactuar, y sino creo que no se puede desarrollar plenamente el teatro. Este virus nos ha enseñado a cuidar nuestra salud, por ejemplo el lavado de manos, a veces pasamos por alto estas cosas que son sencillas, básicas y elementales, pero que son tan importantes para prevenir las enfermedades. Creo que no bajar la guardia debe ser una de las cosas que debemos tener en mente”, ha manifestado Edilberto Sánchez, quien en estos meses ha regresado a las tablas junto a sus compañeros.
Al finalizar el laboratorio gráfico Fhe, Luis Antonio Torres considera que: “El formato de la enseñanza virtualizada ha generado una puerta para el manejo de los contenidos, pero el arte siempre va tener una dimensión personal, muy humana. Por lo que en cualquiera de sus variantes siempre va a buscar esa razón que tiene que ver con la comunicación y el trato directo, entonces lo virtual no va a llegar a aproximarse a esa condición, lo interesante es que ha hecho revisar y pensar mucho a nivel teórico, pero la pérdida ha sido un poco el manejo técnico”.

Jhonn Medina reitera que la solidaridad es un valor que se ha potencializado en esta pandemia y como aprendizaje debemos estar preparados para situaciones adversas. “La vida es muy repentina y eso nos lo ha demostrado este virus, porque de la noche a la mañana el mundo se paralizó y no volverá a ser el mismo. En la historia nunca antes se había paralizado el mundo de la manera como sucedió con esta pandemia, hay que estar preparados”, finaliza.
“A los músicos nos ha dado la posibilidad de poder ingeniarnos para salir en otros rubros. Pero no para todos ha habido la oportunidad, porque los rubros están limitados. La situación es lamentable para los músicos porque no cuentan con seguro social, no tienen ahorros para proveer el futuro, para una jubilación, etc. En nuestro medio, lamentablemente han fallecido por las carencias que han tenido, creemos que debemos recapacitar también en la organización”, expresa Arturo Caldas quien en estos meses viene preparando a sus alumnos de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Huánuco para brindar un nuevo concierto de gala.
A pesar de que todas las actividades culturales presentaron pérdidas económicas significativas, la reactivación del sector se ha dado de manera paulatina en Huánuco, y después de casi siete meses, los eventos culturales han vuelto a las salas, museos y bibliotecas, con el aforo permitido y cuidando los protocolos de seguridad.
Puedes ver aquí el video de este informe: https://www.youtube.com/watch?v=u7qA_ccdp2Q
*Informe realizado para el International Center for Journalists como parte del taller «Produce y transmite historias sobre la pandemia».