Amnistía Internacional ha publicado un informe de 296 páginas en el que asegura tener «pruebas suficientes» para acusar a Israel de genocidio contra el pueblo palestino en Gaza. Según el documento, las fuerzas israelíes han cometido actos como homicidios masivos, daños físicos y mentales graves, y la imposición de condiciones de vida que buscan la destrucción parcial o total de la población de Gaza, lo cual violaría la Convención de la ONU contra el Genocidio.
La organización destaca la destrucción de infraestructuras civiles, el desplazamiento forzado y la obstrucción de ayuda humanitaria como parte de una campaña sistemática que califica de genocida. Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía, advirtió que estos hallazgos deben alertar a la comunidad internacional.
El gobierno israelí rechazó categóricamente las acusaciones, calificándolas de infundadas y señalando que ignoran las violaciones de Hamas, como el uso de civiles como escudos humanos. Además, Estados Unidos también consideró las acusaciones de genocidio como infundadas, aunque reconoció la importancia del análisis de organizaciones civiles.
El informe detalla ataques aéreos y terrestres, así como condiciones humanitarias críticas en Gaza, con 90% de la población desplazada y miles de heridos graves. Amnistía insta a las potencias internacionales, como Estados Unidos y Alemania, a detener el suministro de armas a Israel para evitar complicidad en las presuntas atrocidades.