La Contraloría General de la República ha intensificado su escrutinio sobre la presidenta Dina Boluarte, cuestionando la omisión de cuentas bancarias personales y mancomunadas en sus declaraciones juradas, en un contexto donde los auditores sugieren un posible desbalance patrimonial.
Los hechos emergieron durante una verificación rutinaria de las declaraciones de la mandataria, iniciada tras un escándalo relacionado con el uso de relojes Rolex, presuntamente no declarados. Aunque Boluarte aclaró que los relojes fueron un préstamo del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, las investigaciones revelaron incongruencias más profundas.
La Contraloría ha solicitado formalmente a Boluarte que aclare la procedencia de los fondos en las cuentas no registradas, con un plazo que expira la próxima semana para presentar la documentación requerida.
El abogado de Boluarte, Juan Carlos Portugal, ha confirmado la solicitud de información, pero se ha abstenido de ofrecer detalles específicos, alegando que el proceso está en curso y es de carácter reservado. Sin embargo, aseguró que no existen irregularidades y que están tranquilos frente al proceso.
El contralor Nelson Shack explicó que, tras la verificación, se han notificado a Boluarte las omisiones detectadas en sus declaraciones juradas, particularmente relacionadas con cuentas que figuran en el sistema financiero pero no fueron reportadas. Shack enfatizó la importancia de esclarecer estas discrepancias para determinar si existe un incremento patrimonial no justificado.
