Los imponentes cerros que cobijan la Ciudad de la Eterna Primavera están constantemente amenazados por gente inescrupulosa, que muchas veces son traficantes de tierras, que incendian sus faldas y con ello matan la poca flora y fauna silvestre, aún existentes en esos lugares. La noche del domingo se observó por enésima vez un gigantesco incendio en las faldas del cerro por encima de Puelles.
Las autoridades de estas zonas parecen que no pueden hacer mucho para identificarlos, y menos aún, detenerlos, para que sean procesados por la justicia y reciban la sanción que merecen. La única Fiscalía del Medio Ambiente con la que contamos tiene serias limitaciones de recursos y personal, y, las veces que ha tratado de sancionar a una empresa o persona responsable, estas son absueltas por una instancia superior.
Asimismo, el botadero de basura en La Moyuna cerca de la Ciudad de la Bella Durmiente, afecta y amenaza al río Huallaga y a los moradores río abajo con miles de toneladas de basura que son vertidas directamente a sus aguas, contaminando y matando las pocas especies de peces que quedan, destruyendo la flora y fauna de este encanto turístico.
Igual fenómeno se están dando casi en todas las capitales de distritos y provincias de este departamento, que no implementan botaderos controlados y técnicamente tratados.
Seguimos matando nuestro mundo, nuestra casa, que es la tierra, mientras que otras ciudades luchan por conservar y proteger la naturaleza, nosotros la matamos día a día, acaso es difícil o imposible controlar este problema, hagamos algo para evitarlo.