Por estas épocas de Navidad y tradicionales actividades por fin de año, el uso indiscriminado de fuegos artificiales (cohetes o cohetecillos) afecta la calidad del aire y genera contaminación sonora que fácilmente se percibe al interior de los hogares.
Según información de la Dirección General de Calidad del Aire del Ministerio del Ambiente , el polvo microscópico contaminante originado por la combustión de la pirotecnia se incrementó en más del 50 % en diferentes puntos de Lima Metropolitana.
Entre 2017 y 2019, los valores de los Estándares de Calidad Ambiental de aire para material particulado que se registraron cada 24 de diciembre fueron de 53.39 ug/m3. Sin embargo, entre las 11:00 p. m. y las 2:00 a. m. del 25 de diciembre, este valor promedio aumentó a 116.48 ug/m3.
Algo similar ocurrió días después, cuando los valores ECA respecto al aire, monitoreados el 31 de diciembre de esos años, fueron de 54.25 ug/m3, pero entre las 11:00 p. m. y 2:00 a. m. del 1 de enero, este valor aumentó a 116.48 ug/m3. Como se ve, en las fechas de ambas festividades se superó el estándar del ECA establecido, que no debe superar los 100 ug/m3.
Asimismo, en el Año Nuevo del 2019 hubo un aumento de hasta 255 % en las concentraciones máximas horarias en la estación de San Juan de Lurigancho.
Personas vulnerables
Debe considerarse la actual situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19. Por ello, los especialistas recomiendan evitar el uso de cohetes, debido a que generan ruidos molestos que pueden, generar ansiedad en tales personas.
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