Consorcio deja en ruinas capilla de Llicua, comunidad amenaza con paralizar obra

La comunidad de Llicua, a través de su representante y presidente del Comité Pastoral, Marcos Gutiérrez Baldeón, ha denunciado públicamente al Consorcio Llicua por una serie de presuntos robos y estafa, tras la destrucción de áreas claves de la capilla local. El consorcio fue contratado para la construcción de un muro de contención en la quebrada de Angorragra, pero las promesas de reparación y restauración no se han cumplido, dejando a la comunidad en un estado de indignación.

Según Gutiérrez, la población cedió parte del terreno de la iglesia para ser utilizado como espacio de estacionamiento para la maquinaria del consorcio. Como parte del acuerdo, la comunidad permitió la demolición de las tribunas, desde donde se celebra cada 23 de julio la tradicional fiesta de las Cruces, a cambio de que el consorcio se comprometiera a restaurar el templo, las graderías y las áreas verdes afectadas por los trabajos. Sin embargo, en lugar de cumplir con lo pactado, la capilla fue saqueada, llevándose bancas, calaminas, sanitarios y otros objetos de valor que pertenecían al lugar.

Además de facilitar el acceso al terreno, los habitantes de Llicua proporcionaron electricidad al consorcio durante más de cuatro meses, con el fin de apoyar las labores de corte de fierros y soldadura necesarias para el proyecto. Sin embargo, tras varios meses, no solo no se ha avanzado en la restauración prometida, sino que el consorcio ha declarado que el Gobierno Regional de Huánuco se encargaría de reconocer los daños causados. No obstante, la comunidad sostiene que esta promesa resultó ser falsa y que fue solo una maniobra para obtener el uso de los terrenos.

Ante la falta de respuesta y el incumplimiento de los compromisos adquiridos, los habitantes de Llicua han manifestado su disposición a tomar medidas drásticas si no se les ofrece una solución inmediata. Gutiérrez ha advertido que, de no recibir una respuesta favorable, la comunidad se movilizará con un plantón y procederá a paralizar las obras del muro de contención, en defensa de su patrimonio cultural y religioso.