La segunda crisis política que se presentó en el Gobierno Regional se superará a partir de la rectificación y cambio de actitudes de las máximas autoridades, del gobernador regional y del consejero delegado, según reconocimiento implícito que ayer anunció Juan Ferrer Fabián.
De esta manera, efectuó un acto de reconocimiento a los sucesos que ocurrieron el día anterior donde se evidenció un enfrentamiento entre Juan Alvarado, quien defendió a su gerente general, y el consejero delegado, que convocó a una mesa de trabajo para pedir el cambio del funcionario de confianza a poco menos de 15 días de haber sido designado.
En un primer momento, el consejero intentó responsabilizar a la prensa de contribuir a la crisis, bajo el argumento que informó de manera inexacta, pero ante el razonamiento lógico que lo ocurrido en estos días de confrontación, son responsabilidad de los actores políticos del Gobierno Regional, terminó por aceptar que son errores cometidos por la gestión, que no pueden continuar por la pobre imagen que transmite a la población.
Ferrer se comprometió a corregir errores involuntarios que son producto de los malos entendidos que se han producido en el camino y no son producto de una repartija de cargos, ni de exigir una cuota de poder en el Gobierno Regional. Asumió como error haber acogido el pedido del gobernador de plantear propuestas, como el caso de la Dirección Regional de Energía, Minas e Hidrocarburos, que reconoció le alcanzó como un nombre más para que analice y tome una determinación.
Explicó que en la Mesa de Trabajo realizada el martes con la presencia del gobernador, se trató de resolver rápidamente una denuncia contra el gerente general con diversos cuestionamientos, en el afán que la gestión no se dañe, pero el resultado no fue el esperado al generarse una discusión que se espera no vuelva a ocurrir.