Colombia ha sido situada en una posición preocupante dentro del índice de democracia global de The Economist, debido a los desafíos políticos y sociales que enfrenta en la región sudamericana. El informe reciente de The Economist destaca que Colombia se encuentra en una situación de alerta al ser catalogada como un país con una «democracia defectuosa».
La inclusión de Colombia en esta categoría resalta las preocupaciones sobre la estabilidad y la integridad de sus instituciones democráticas, así como el nivel de participación política y el respeto a las libertades civiles. El país andino ocupa la posición 55 entre 165 países evaluados, lo que evidencia las áreas críticas que requieren atención urgente para fortalecer su sistema democrático.
The Economist utiliza cinco criterios principales para clasificar las democracias en su índice: procesos electorales y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política y libertades civiles. Estos criterios permiten evaluar de manera integral la calidad de la democracia en cada país, desde la justicia y transparencia de las elecciones hasta el respeto por las libertades fundamentales y el grado de participación ciudadana en los procesos políticos.
Varios factores contribuyen a la posición de Colombia en el índice de democracia, entre ellos el deterioro de la seguridad y la institucionalidad, conflictos internos persistentes y desafíos en el cumplimiento de estándares democráticos básicos. La evaluación de The Economist destaca la importancia de abordar estas áreas críticas para mejorar la calificación de Colombia y fortalecer su democracia.Dentro del contexto sudamericano, Colombia no es el único país que enfrenta desafíos en su estructura democrática. Otros países de la región, como Brasil y Argentina, también son clasificados en la categoría de «democracia defectuosa».