El contrato firmado entre Andrés Hurtado, conocido como «Chibolín», y Panamericana Televisión en diciembre de 2020 incluía una política clara: estaba prohibido realizar proselitismo político en el programa Sábados con Andrés. Según un informe de Juan Castro para La República, esta cláusula de carácter obligatorio buscaba preservar la imparcialidad y la reputación del canal en todas sus plataformas mediáticas. Sin embargo, Hurtado no respetó estas disposiciones, permitiendo la participación de figuras políticas en su espacio televisivo.
Cláusula incumplida y consecuencias
El contrato especificaba que la producción debía gestionar de manera responsable la imagen del canal, absteniéndose de emitir propaganda política o electoral. “El presente documento constituye una política de carácter obligatorio para todos los programas televisivos y contenidos audiovisuales emitidos por Panamericana”, indicaba el anexo 4 del acuerdo.
A pesar de esta restricción, Hurtado recibió en su programa a personajes como Rafael López Aliaga, Pedro Castillo, Hernando de Soto, Zamir Villaverde y Sada Goray, entre otros. Algunos de ellos, como Villaverde y Goray, están vinculados a escándalos de corrupción. En una entrevista con Beto Ortiz el 2 de septiembre, Hurtado admitió que si bien la mayoría de los invitados asistieron sin cobrar, aceptó pagos por parte de Villaverde y Goray.
El 7 de septiembre de 2024, Panamericana Televisión anunció oficialmente la separación de Hurtado, poniendo fin a la emisión de Sábados con Andrés.
Figuras políticas en el set de Chibolín
Durante las elecciones de 2021, el programa fue escenario de múltiples apariciones de candidatos y congresistas. Entre los invitados más frecuentes estuvieron:
- Norma Yarrow (Renovación Popular), quien asistió en cuatro ocasiones, entre enero y marzo de 2021.
- Hernando de Soto (Avanza País), candidato presidencial, presente en cinco fechas distintas.
- Patricia Juárez (Fuerza Popular) y Maricarmen Alva (Acción Popular), quienes también participaron en varias emisiones.
Estas intervenciones reforzaron la percepción de que el programa actuaba como una plataforma política, algo que contradecía los términos del contrato firmado por Hurtado.
Proselitismo y la caída de Chibolín en Panamericana
La constante presencia de políticos y las declaraciones públicas de Hurtado sobre su respaldo a figuras como Rafael López Aliaga evidenciaron un claro incumplimiento de la cláusula de neutralidad establecida por Panamericana. Aunque la relación contractual se rompió en 2024, el caso ha abierto un debate sobre la responsabilidad de los conductores en respetar los principios éticos de los medios de comunicación y su impacto en los procesos electorales.