Chaupiyacu, importante centro arqueológico con una cultura local única

Por Iraldia Loyola


Huánuco es un gran emporio en cuanto a patrimonio cultural, quizá mucho más importante que otros departamentos del país.Desde los años 80 han tenido lugar proyectos de investigación de gran envergadura, como los realizados por Murray y su equipo en una serie de sitios en Huánuco. La misión francesa en Tantamayo, Elisa Bonnier con los descubrimientos de Piruro y los rascacielos andinos, Craig Morris en Huánuco Pampa y la misión científica japonesa en Kotosh.

 

A pesar de que el patrimonio cultural del departamento es sumamente enorme, con una gran importancia, han tenido que pasar varias décadas para que nuevos equipos de investigadores realicen trabajos en zonas arqueológicas importantes como Chaupiyacu. 

Hoy queremos contarles detalles de los trabajos de investigación en el sitio Arqueológico Chaupiyacu, en la provincia de Huamalíes. Las excavaciones comenzaron a inicios de julio de 2022. El equipo de investigación trabajó en los preparativos desde hace ya varios años. 

En este terreno nuevo al que accedieron han tenido que sobreponerse a dificultades como las precipitaciones frecuentes, por las que tuvieron que interrumpir las labores de excavación y registro.  

Dentro de las primeras conclusiones realizadas por el equipo durante los trabajos, en la arquitectura monumental pública se encontraron una secuencia de eventos de construcción, modificación y clausura de los espacios. 

Según los investigadores, esto implicó la gestión de una gran cantidad de personas que eran convocadas desde las aldeas cercanas, además del traslado de gran cantidad de materiales constructivos (piedra, arcilla y agua). Asimismo, se pudo conocer que la cumbre del cerro Chaupiyacu fue modificada, nivelándose el terreno para la construcción de la pirámide, terrazas y una plataforma. 

Por otro lado, la cerámica muestra estilos similares a la sierra de Ancash y la selva Norte. Por lo que, basándose en las cerámicas y la arquitectura, el sitio Arqueológico Chaupiyacu, probablemente, dataría del período Horizonte Temprano, correspondiente a inicios del primer milenio antes de Cristo.  

“Inicialmente se sabía muy poco del sitio. Este era conocido por presentar una sencilla arquitectura monumental de poca extensión y se sospechaba que podría ser contemporáneo a Chavín de Huántar. Sin embargo, este sitio era considerablemente más grande de lo que habíamos previsto. No solo era una única pirámide con su plataforma y plaza, sino todo un complejo arquitectónico compuesto por dos pirámides, una plataforma y varias terrazas que ocupaban toda la cumbre y parte de la ladera del cerro. El sitio, junto con otros similares, eran importantes centros de reunión de la población local y fueron edificados en lo alto de las montañas, donde se podía tener un buen control visual de los ríos, campos de cultivo y de otros sitios cercanos”, estas han sido las primeras declaraciones del arqueólogo José Onofre, director del proyecto. 

La investigación ha confirmado que el valle del Monzón era una de las rutas más importantes que unían la zona de la selva con los principales centros cultistas como Chavín de Huántar, en la sierra. Lo más interesante de los resultados en esta temporada ha sido que en esta zona existía una cultura local única, tanto en arquitectura como en cerámica, con cierta influencia de la sierra y selva. Esta sería la manifestación de una centralización de la población rural prehispánica de los valles del Monzón y el reforzamiento de redes de intercambio interregional. 

Al igual que otros sitios contemporáneos, se clausuró a fines del primer milenio antes de Cristo, sin embargo, luego de esto, siguió siendo un lugar de culto menos formalizado hasta la época hispánica.  El equipo de investigadores espera conocer más adelante cómo se estableció esta cultura.

Forman parte del proyecto de investigación: José Onofre (arqueólogo director del proyecto), la Dra. Yuko Kanezaki (asesora científica), Carlos Viviano (arqueólogo residente), Mag. Hironori Otani (responsable del levantamiento topográfico), Pedro Ángeles, Alexander Castro, Boris Loayza, Yune Sato (arqueólogo asistente) y Marx Magno Honorio (Conservador del proyecto).