Javier González-Olaechea ha sido designado como el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Perú por la presidenta Dina Boluarte, tras la dimisión de su predecesora, Ana Cecilia Gervasi. La renuncia de Gervasi surgió en la estela de un encuentro fallido con el presidente estadounidense Joe Biden en el marco de la Cumbre de la Alianza de la Prosperidad Económica en las Américas. González-Olaechea, con una destacada trayectoria en diversos ministerios y conocido por su firme postura en asuntos políticos y de derechos humanos, ha sido una voz crítica en los medios.
En una columna reciente para el diario El Comercio, González-Olaechea cuestionó la imparcialidad de la Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sugiriendo que estas instituciones favorecen a violadores de la democracia y del orden público. Planteó que, ante la dificultad de reformar dichas entidades, sería preferible para Perú retirarse del Pacto de San José, cuestionando las acciones de la comisión y la corte por carecer repetidamente de imparcialidad y objetividad.
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Estas declaraciones no son aisladas; en mayo, criticó un informe de la CIDH que examinaba la respuesta del gobierno a las protestas en Perú, que resultaron en más de 60 muertes. González-Olaechea condenó el informe como una transgresión a la soberanía nacional y censuró las recomendaciones hechas al gobierno peruano.
Adicionalmente, el ministro tendrá el desafío de abordar las relaciones bilaterales con Bolivia, dado su comentario previo sobre la necesidad de cerrar temporalmente la frontera por la violencia exportada hacia Perú, específicamente refiriéndose a los «ponchos rojos». También ha criticado a líderes de México, Colombia, Brasil y Argentina por intervenir en asuntos internos peruanos.
La comunidad internacional ha mostrado preocupación ante la represión violenta por parte del gobierno de Boluarte contra manifestantes en Lima y otras regiones del sur del país, hechos que han avivado el debate sobre la legitimidad y dirección de la política exterior de Perú.