CALIDAD, MERITOCRACIA Y EDUCACIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA PARA EL DESARROLLO SOCIAL

Por: Víctor Domínguez Condezo

De cada una de estas palabras manejamos sus conceptos genéricos, subjetivos y de signos (fónicos y gráficos); pero si observamos desde la perspectiva de contenidos y significados distan mucho, entre la realidad que representa y el valor específico de la palabra. Andamos en la superficie o por las ramas. Veamos:
CALIDAD. Concepto subjetivo, común, repetida en demasía por la politiquería. La definición de diccionario tampoco es precisa. Las palabras significan realmente en el uso contextual. ¿Calidad de qué, en qué, dónde, cuándo, qué nivel? No es lo mismo el aquel que lo dice y quien lo hace.
Hay calidad baja, media, alta o A, B, C.; calidad buena, muy buena, regular, mala, muy mala. ¿A qué más se refiere: ¿a eficiencia y eficacia, satisfacción y felicidad, certificación con exigencia, producto A? Cualquier producto logrado con sufrimiento y exigencia, es duradero y respetado, podría ser de buena calidad; lo contrario, todo lo que se logra fácilmente y sin exigencia, no dura ni se respeta; sería de baja calidad.
Nuestra educación tiene todos los niveles de calidad. Buena en algunas instituciones educativas y universidades y, regular en otras y mala en las mayorías. No es suficiente generalizar: calificando “de calidad”. El ministro Saavedra (Nov. 2014) dijo: “…llevar la educación peruana rumbo a la nota más alta”, “diez horas adicionales”, “más evaluaciones”; la nota más alta, más horas de clases dictadas, más exámenes ¿serán calidad?. No son indicadores confiables.
MERITOCRACIA. El mismo ministro ofreció “la carrera meritocrática”. Significa méritos. ¿Son méritos: talento, buena formación, competencia, alta capacidad, óptima calidad, esfuerzo, calidad? Son términos demagógicos: administrar los méritos, tener méritos para gobernar o gobierno de talentos y talentosos.
Se puede entender mejor en sus perspectivas excéntrica e intrínseca. En la primera, ¿cómo se miden los méritos?, con documentos: resoluciones, certificados, títulos, diplomas, grados de magíster y de doctor, felicitaciones, doctor honoris, palmas, etc., etc.); la segunda, es lo que se es, lo competencia que avala el documento, las acciones del doctor, sus logros en la práctica, su aporte, efectos en los clientes o discípulos.
Los documentos dependen de dónde vienen, cómo vienen y cómo llegan. Ahora casi todos somos “meritocráticos”; tenemos un conjunto de papeles (currículo) “papales que aguantan todo”. Son de real meritocracia, si los papeles responden al usuario, de manera responsable y, sus efectos de confiable visibilidad. Debe corresponder una red lineal siguiente:
Experiencia de una innovación – efectos en el docente – resultados en el alumno –impactos en el contexto social
PERO ¿QUÉ ES ESO DE EDUCACIÓN CIENTÍFICA?
Partir de la realidad, de nuestras propuestas, experiencias, errores, correcciones, transformar nuestros recursos que son tan ricos, enormes y de alta calidad. Ya no esperar que la ciencia y tecnología vengan de fuera, ya hemos aprendido a crear y recrear. Nuestra educación dependiente ha copiado mucho, ya… haciendo se aprende y se hace calidad.
Desarrollar las innovaciones aquí, hacerlas óptimamente y exportar.
Practiquemos desde la inicial hasta el doctorado las fases de la experimentación:
OBSERVACIÓN de la realidad para mejorar o repotenciar; PROPONER la alternativa hipotética; COM-PROBAR, EXPERIMENTAR, los cambios; obtener RESULTADOS positivos o negativos; volver a experimentar; y, APLICAR LOS RESULTADOS en el proceso de transformación y GENERALIZAR (Ley científica). Después hablemos de desarrollo sostenido, sustentable y sostenible. Practicar estos pasos en las clases, tareas, planes, evaluar los resultados en desempeños y no solo en los méritos escritos.
No hablemos por hablar señores presidenciables. En todo caso está abierto el debate.