El Juzgado Colegiado de Huánuco sentenció a cadena perpetua a Jesús Cierto Espinoza (44), al resultar hallado responsable del delito de feminicidio en agravio de su propia hija de iniciales R. C. O. (16), quien fue violada y cruelmente asesinada.
El execrable crimen ocurrió la madrugada del 17 de agosto del año 2016, en el lugar denominado Pishgacocha, caserío de Shucsha, centro poblado de Coyllarbamba, distrito de Tantamayo, provincia de Huamalíes.
El crimen habría sido cuidadosamente planificado, debido a que el hombre, la noche del crimen, junto a su conviviente, acudió a la casa un familiar para participar de un “chacchapacuy”.
Sin embargo, el sujeto fue a la habitación donde dormía su hija, la violó y luego asesinó. Primero la asfixió con una prenda de vestir, pero al no lograr su objetivo, la atacó con una raja de leña, golpeándola en la cabeza.
Luego de la muerte de la adolescente, el sujeto envolvió la cabeza de su víctima con una bolsa.
Trato de convencer a fiscalía sobre que su hija habría escapado con su enamorado
Al regresar a casa, cuando la madre preguntó por su hija, el sujeto habría indicado que tal vez había huido con su enamorado por lo que la desaparición resultó denunciada ante las autoridades. Cuando iniciaron las indagaciones, Cierto Espinoza trató de convencer a la fiscalía que su hija había escapado con su enamorado.
Sin embargo, el 2 de marzo del 2018, los restos de la adolescente de 16 años resultaron hallados en el antiguo silo, iniciándose la investigación para encontrar al responsable. La joven, meses antes, había confesado a un amigo que era ultrajada sexualmente por su padre desde los ocho años.
Con las investigaciones preliminares, la fiscalía solicitó la detención preliminar de su padre, quien, tras resultar capturado, narró a sangre fría el crimen de su hija.
Los magistrados, tras escuchar los alegatos, determinaron condenarlo a morir en la cárcel por el terrible crimen.
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