Durante los primeros años de vida el cuidado cariñoso y sensible que dediquemos a las niñas y niños menores de seis años favorecerá su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social; proporcionándoles beneficios que se extenderán a lo largo de su vida, impactando de manera favorable no solo su salud, sino también su productividad y cohesión social.
¿Qué significa un cuidado cariñoso y sensible?
Las mamás, papás y cuidadores son los principales responsables de proporcionar el cuidado cariñoso y sensible a los pequeños, incluso es importante garantizar desde la gestación.
Un cuidado cariñoso y sensible, incluye también cubrir las necesidades de la niñez a gozar de buena salud. Adecuada nutrición, protección y seguridad. Así como de oportunidades para el aprendizaje temprano.
Belem Rueda, Coordinadora de Vinculación y Coach Educacional de la Fundación Criantia. Señala que es importante que durante los primeros años de vida, las y los pequeños reciban la estimulación. Atención y protección en el ámbito familiar. De igual forma también una alimentación sana y equilibrada. No solo en la familia sino por igual dentro de la comunidad que les rodea.
Poner interés, proteger y mirar por el buen desarrollo de los pequeños en este período se convierte en algo de capital y suma importancia para padres, madres, cuidadores, Estado y sociedad en general, debemos trabajar en conjunto para el beneficio de la primera infancia.
Las mamás, papás, familia y cuidadores primarios son los principales encargados de brindar un cuidado cariñoso y sensible a los pequeños. Por ello, es importante el diseño de acciones, políticas públicas, programas y servicios. Orientados a empoderar tanto a los cuidadores primarios como a sus comunidades. Para satisfacer las necesidades de las niñas y niños pequeños.