Brasil es la primera potencia deportiva de Sudamérica y marca la ruta que los demás países deben seguir en su política de desarrollo para tener un pueblo sano y saludable.
Ha perdido hegemonía en algunas disciplinas como el voleibol masculino y femenino y vóley playa, pero se ha superado en otras. Incluso en el contexto de América, Brasil se sitúa en el tercer puesto, sólo detrás de Estados Unidos y Canadá, incluso delante de Cuba.
En Tokio 2020, Brasil ha acumulado 7 medallas de oro, 6 de plata y 8 de bronce, firmando la mejor campaña de su historia en Juegos Olímpicos, con récord de metales y la mejor posición ya alcanzada en el medallero.
Orgullo total
La delegación brasileña ha superado el número de podios que logró hace cinco años en los Juegos de Río de Janeiro, donde se colgó 7 oros, 6 platas y 6 bronces.
Brasil llevó a Japón 310 representantes, la mayor delegación, pero pocos esperaban romper la barrera de los 20 metales. Al final fueron 21.
Hay dos factores que explican ese impulso: la inclusión de nuevas modalidades en las que Brasil es referencia mundial, como el skate y el surf, y el desempeño extraordinario de las mujeres, que casi doblaron el número de podios con respecto a Río 2016.