Bombardeo estadounidense en puerto de Yemen deja decenas de fallecidos aseguran hutíes

La escalada del conflicto en Yemen alcanza un punto crítico, tras una nueva ronda de ataques aéreos estadounidenses contra la milicia Houthi, respaldada por Irán. Los bombardeos, que se focalizaron en un puerto al noroeste del país, habrían causado decenas de víctimas, según informaciones proporcionadas por los propios Houthis. Este recrudecimiento de la violencia se produce en un contexto de creciente tensión regional, marcado por los ataques de los Houthis contra Israel y buques en el Mar Rojo, en supuesta solidaridad con la causa palestina en Gaza.

Según la investigación publicada por The New York Times, la ofensiva estadounidense se intensificó a partir del jueves, elevando la preocupación por el impacto humanitario del conflicto y las posibles consecuencias para la estabilidad de la región.

El puerto de Ras Isa, un importante centro de almacenamiento de combustible en la provincia de Hudaydah, controlada por los Houthis, fue el blanco principal de los recientes bombardeos. Anees al-Asbahi, vocero del ministerio de salud administrado por los Houthis, informó que al menos 74 personas perdieron la vida y más de 150 resultaron heridas, mientras que las labores de búsqueda de personas desaparecidas continúan. La confirmación independiente de estas cifras se presenta como un desafío, pero de ser precisas, este ataque podría ser uno de los más letales desde que el presidente Trump intensificó las operaciones contra los Houthis a mediados de marzo. De acuerdo con al-Asbahi, más de 190 personas han muerto desde entonces.

La respuesta oficial por parte de Estados Unidos ha sido limitada. Funcionarios estadounidenses han mantenido un perfil bajo en cuanto a las operaciones recientes contra los Houthis y el Departamento de Defensa se abstuvo de comentar sobre el número de víctimas reportado tras el ataque del jueves. Este hermetismo contrasta con la retórica empleada por el presidente Trump, quien ha prometido la «completa aniquilación» de los Houthis y ha endurecido las sanciones contra el grupo, redesignándolo como una «organización terrorista extranjera.»

Cabe recordar que la administración Trump ha continuado con la estrategia, iniciada por la administración Biden, de debilitar a los Houthis. Las tensiones en el Mar Rojo se han incrementado significativamente en los últimos meses, afectando el comercio marítimo internacional y generando preocupación en la comunidad internacional. La guerra civil en Yemen, que se extiende desde 2014, ha provocado una grave crisis humanitaria, con millones de personas necesitadas de asistencia. La ONU ha advertido repetidamente sobre el riesgo de hambruna y la necesidad de un cese al fuego inmediato.

El conflicto yemení se inserta dentro de una compleja red de rivalidades regionales, con Arabia Saudita e Irán apoyando a bandos opuestos. La situación plantea un desafío para la diplomacia internacional y exige una solución política que aborde las causas profundas del conflicto y garantice la seguridad y estabilidad en la región.