El Gobierno de Bolivia cerró por una semana la frontera con Brasil, en prevención de un rebrote de la pandemia de COVID-19. El gobierno aseguró que el cierre no afectará al intenso comercio binacional ni al flujo de personas que circulan entre ambos paises.
La medida «no afectará a la dinámica comercial de la población», dijo el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco. Asimismo, «los gobiernos autónomos municipales fronterizos dispondrán diariamente (de la apertura de las fronteras) para el tránsito de un país a otro a fin de realizar actividades comerciales, por el lapso de hasta tres horas», expresó.
En una declaración divulgada por la estatal Agencia Boliviana de Información, Blanco dijo que el decreto de cierre fronterizo, que regirá a partir de este viernes, pretende garantizar que el transporte de mercaderías de y hacia Brasil cumpla con las máximas medidas de precaución sanitaria.
La medida fue tomada tras insistentes denuncias de autoridades fronterizas de que ya se habrían registrado varios casos de contagio con una nueva variante más peligrosa del nuevo coronavirus que causa el COVID-19, detectada inicialmente en Brasil.

FRONTERA
Bolivia y Brasil tienen una frontera de más de 3400 kilómetros, una de las más largas del continente. Abarca desde la selva amazónica en el norte hasta la región del Pantanal en el sur, con más de una decena de pasos fronterizos en los que hay un intenso tráfico de personas y automóviles
«La población fronteriza es una sola población, aunque esté dividida por una frontera. Debe ser considerada como una. Es prácticamente parte de la familia vive de un lado de la frontera y la otra parte, en el otro. Es una realidad», dijo Blanco.
Aseguró que el intercambio fronterizo no será afectado, aunque sí más controlado por razones sanitarias, permitiendo el paso en ambos sentidos de personas que buscan atención médica, o acuden a reuniones familiares y compras de productos de primera necesidad.
«Tenemos compatriotas que incluso cruzan al Brasil para tratamientos renales», reveló.
El ministro de Salud, Jeyson Auza, dijo en una declaración paralela que los bolivianos y extranjeros que ingresen al país, por vías aérea, terrestre, fluvial o lacustre, deberán presentar una prueba de laboratorio con resultado negativo de COVID-19, tomada hasta 72 horas antes del paso por la frontera.
Todos los que ingresen, excepto los que lo hacen cotidianamente en la frontera con Brasil, serán puestos en aislamiento preventivo por diez días, explicó.
El ministro añadió que además de las medidas de control fronterizo, el Gobierno ha enviado a los municipios próximos a Brasil cargamentos extraordinarios de insumos para hospitales y fármacos, incluidas pruebas de laboratorio, vacunas y medicamentos.(Sputnik)