El gobernador regional Juan Alvarado Cornelio apareció el miércoles para justificar que su viaje se debía a unas actividades propias de sus funciones como una reunión de trabajo con los ministros de Salud, Economía y otros. Supuestamente, para buscar mejores acciones para esta región… Curiosamente, el Sr. Alvarado está en su cuarto y último año de gestión y podemos afirmar que su labor a cargo de la máxima institución regional ha sido miserable, por decir lo menos…
Pero al margen de eso, llama mucho la atención la férrea defensa que realiza a sus asesores con quienes dice él que hasta ahora no ha hablado del tema de las laptops; es algo difícil de creer realmente, como casi todo lo que dice. Hace solo unos días, dijo que le habían hecho firmar los documentos sin darse cuenta, y ahora dice todo lo contrario. Eso da una muestra del nivel de persona que tenemos como gobernador.
Vamos a ver qué sucede cuando sus funcionarios de confianza y por quienes ahora él dice poner las manos al fuego comiencen a “cantar” todas las verdades para salvarse de la cárcel.
Sucede algo similar con la Sra. Shayla, quien es muy cercana a Alvarado, y quien está también seriamente involucrada en varias irregularidades. Ni que decir de la Sra. Zulma Picón quien tiene una amplia experiencia en asesorar a autoridades que, curiosamente, terminaron siendo seriamente cuestionadas y denunciadas por actos de corrupción. Entre ellos figuran Jesús Giles quien tiene denuncias por corrupción, después con Manuel Gambini Rupay, gobernador de Ucayali y también con denuncias de corrupción. Para cerrar con broche de oro, es también asesora de Juan Alvarado, de quien ya sabemos varias de sus escandalosas irregularidades. En resumen, Zulma Picón, se sabe mover muy bien en estas latitudes y menesteres. Y algunos audios confirmarían esto.
La penosa realidad es que Alvarado es un mitómano porque miente todo el tiempo y “su verdad” tiende a cambiar constantemente.
Las pruebas contra Alvarado y funcionarios son sólidas y, si hay seriedad en el Poder Judicial, la cárcel debería de ser el siguiente paradero de estas personas.