Escrito por: Christian Capuñay Reátegui
“Cuando las nuevas variantes, como la Delta Plus, agravan la amenaza sobre los peruanos, urge tomar conciencia de este riesgo y aceptar las vacunas sin prestar atención a versiones infundadas e irresponsables”.
De acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa), la población objetivo de la campaña de vacunación masiva contra la COVID-19 son hombres y mujeres mayores de 12 años, que en el Perú suman 28 millones 24 250 personas.
De esa cantidad, hasta el lunes pasado 10 millones 253 791 personas han recibido las dos dosis de la vacuna que evitan el desarrollo de una forma grave de la enfermedad. Es decir, la inmunización ha cubierto al 37% de la población objetivo, un avance significativo si se tiene en cuenta la complejidad de este proceso y las dificultades de diverso tipo que debe enfrentar en nuestro país.
Sin duda, se trata de un resultado positivo del Estado en su conjunto, pero particularmente del Minsa, que dirige el proceso. Entre las buenas decisiones tomadas por el sector que encabeza el ministro Hernando Cevallos se encuentra haber mantenido iniciativas que datan de la gestión anterior, como los vacunatones, y haber puesto en marcha estrategias efectivas, como el acercamiento de las brigadas de vacunación a los barrios, priorizando aquellos donde se ha detectado un avance lento del proceso.
Se trata de un trabajo cuyos resultados ameritan un reconocimiento para el Estado y para el Minsa. A ello se debe que el titular del pliego sea uno de los ministros con mayor respaldo ciudadano. De acuerdo con la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el 67% de la población aprueba la gestión de Cevallos. Asimismo, el 58% de los ciudadanos considera que el presidente Pedro Castillo y su equipo de gobierno están manejando muy bien la vacunación contra el nuevo coronavirus.
El avance logrado hasta la fecha tiene una importancia que no puede menospreciarse, especialmente cuando todos los expertos en la materia coinciden en que es altamente probable el impacto de una tercera ola de contagios en el Perú en el corto plazo.
Mientras más personas estén inmunizadas, menos posibilidades hay de que la enfermedad colapse nuevamente nuestro sistema de salud, tal como ocurrió en la primera y segunda ola, cuando, desgraciadamente, muchas vidas se perdieron debido a la falta de recursos y de medios para proveer asistencia a las personas que desarrollaron la infección de forma agresiva.
Y por ello resulta imperioso, a riesgo de sonar reiterativo, continuar exhortando a la población a acudir a los centros habilitados a fin de recibir la pauta completa de la vacunación porque está demostrado que es una forma efectiva de prevenir la muerte por COVID-19 . Si la mayoría de peruanos deja atrás los prejuicios y temores infundados respecto al fármaco, será más fácil y rápido que antes del fin de año más del 50% de la población objetivo esté completamente protegida, lo cual, a su vez, ayudará a alcanzar la inmunidad grupal o de “rebaño” en menor tiempo.
Cuando las nuevas variantes, como la Delta Plus, agravan la amenaza sobre todos los peruanos, urge tomar conciencia de este riesgo y aceptar las vacunas sin prestar atención a versiones infundadas e irresponsables.