Atentado contra la prensa

Ha causado mucha conmoción e indignación el hecho de que un grupo de ronderos hayan secuestrado, golpeado y hasta amenazado a los periodistas de un canal nacional.

Nos referimos al atentado que sufrieron dos periodistas de Canal 4, la tarde del día miércoles, cuando investigaban sobre hechos de presunta corrupción relacionados a la cuñada del presidente Pedro Castillo en Chota (Cajamarca). 

Los periodistas fueron interceptados por los ronderos, quienes les quitaron sus equipos de video y los amenazaron de muerte. Según sus declaraciones, estuvieron cinco horas secuestrados y al parecer fueron obligados a leer un comunicado retractándose sobre las acusaciones hechas contra la pariente de Castillo. El cual tuvo que ser difundido por dicho canal para salvaguardar la vida de sus periodistas. 

Esto nos hace recordar la época difícil que vivió el país, especialmente esta zona de Huánuco y el Huallaga central, donde Sendero Luminoso provocó tanto dolor y muerte.

La acción abusiva de estos ronderos no puede quedar impune. Si bien es cierto, en ciertas zonas la presencia de los ronderos es necesaria y muy importante. 

Se supone que es para mitigar y eliminar la delincuencia y el terrorismo, pero no para someter, amenazar y secuestrar a periodistas. O cualquier ciudadano que esté en contra del gobierno.

Lo peor de todo, es que estos hechos son avalados por Pedro Castillo y sus ministros. Pues ayer un ministro aseguró que este acto no se puede considerar como secuestro. 

Es tan delicado este acto que pone en peligro la libertad de prensa, la libertad de tránsito, pues fueron interceptados en una carretera. 

Acaso todo esto no es una provocación a los hombres de prensa porque simple y llanamente cumplimos con la misión de informar lo que sucede y lo que hacen las autoridades a diario. 

En los 27 años de existencia de esta casa editora, como Diario AHORA, hemos sufrido también ataques y amenazas especialmente de exautoridades.

Algunos de estos, pretenden volver a ser elegidos para nuevamente desfalcar a la institución, ya que es lo único que saben hacer: robar. Y no pueden o no quieren ganarse la vida honradamente.

Vivimos en una democracia y eso se trata de respetar los derechos y deberes de las personas. Pero si las autoridades continúan enmascarando su incapacidad y corrupción con ataques a la prensa, nuestro país tendrá que responder contundentemente. A estar vigilantes.