América Latina mira desconcertada la crisis en Perú

Fue un primer momento de estupor y luego de espera. La velocidad con que se desarrollaban los acontecimientos en Perú apenas dio tiempo para ensayar algún tipo de reacción en las cancillerías de América Latina. El silencio fue general, con la única excepción de Argentina y México. El primero habló de “crisis política” y pidió el resguardo “de las instituciones democráticas”. El segundo llamó a “respetar la democracia y los derechos humanos”. El resto de los servicios exteriores prefirió esperar la suerte de la embestida de Pedro Castillo contra el Congreso y su posterior destitución parlamentaria.

“Argentina hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional”, publicó en un tuit la cuenta oficial de la Cancillería Argentina. Buenos Aires mantuvo buenas relaciones con el ahora expresidente Pedro Castillo durante los 16 meses que estuvo en el poder. 

Por su parte, México, personalizó el mensaje. El ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo desde su cuenta en Twitter que su país lamentaba “los últimos acontecimientos en Perú (…) ese entrañable pueblo hermano”. Aseguró que Castillo evitó llamar a la Administración de López Obrador para pedirle su apoyo o algún tipo de asistencia. Sin embargo, el canciller mexicano explicó en una entrevista en la radio mexicana que si el político peruano pide asilo a México, el país norteamericano no se negaría. “Nosotros tenemos una política favorable al asilo, yo no creo que nos negaríamos. Si él lo pide, lo consideraríamos, no deberíamos de oponernos, pero no lo ha hecho”, dijo. Ebrard confirmó que algunos peruanos se apostaron a las puertas de la embajada mexicana en Lima temiendo que Castillo buscará asilo en la representación diplomática. “La verdad, nunca llegó, no sé si era su intensión”, dijo el canciller.