Los departamentos de Huánuco y Pasco afrontan serias amenazas socioambientales. En Huánuco, el tema de la basura es sumamente complejo. Por decir, entre los distritos de Huánuco, Amarilis, Pillco Marca y Santa María del Valle se producen más de 100 toneladas de desechos al día. Esta basura no recibe tratamiento alguno y, gran parte de ella, se abandona en el botadero de Chillipampa, en Nauyán Rondos, donde la contaminación ambiental es, cada vez, más grave. Esta contaminación también afecta a los poblados y sus alrededores y, como muestra, están las plagas de simúlidos (mosquitos) que nos invaden todos los años. A esto, se suma la contaminación minera que afecta a los ríos, también la basura arrojada a las riberas, quema de bosques, en fin, la lista es tristemente larga. Además, de los crímenes contra las piscigranjas en Molino.
En Tingo María, la situación es igual de crítica, la población genera un promedio de 40 toneladas diarias de basura que son arrojadas directamente al río Huallaga con los camiones recolectores de la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado. Peor aún, se arrojan desechos hospitalarios sin la más mínima conciencia. En Cerro de Pasco, el problema es mucho más serio, incluso, de la contaminación con plomo, sobre todo, del agua que viene de La Oroya.
Las autoridades regionales y municipales han demostrado poco interés en solucionar estos graves problemas, y tratan de evadir responsabilidades, echándose la culpa entre ellas. Lo cierto es que no se tiene presupuesto para ello; sin embargo, tampoco se ve alguna gestión para conseguirlo. Es necesaria, la creación de un ente como la Dirección del Medio Ambiente, que se encargue de todos estos problemas. No esperemos que se agudice la situación.