El actual administrador del Hospital Regional Hermilio Valdizán, José Castilla Meza, lanzó una amenaza a los empleados de las diferentes unidades del nosocomio. En su abusivo memorándum advierte que ningún trabajador puede filtrar documentos a la prensa, de lo contrario serán “sancionados”, sinónimo de echados a la calle.
El nivel de arrogancia de Castilla es penoso. Y hasta parecería que se siente dueño del nosocomio.
Incluso llegó a decir que la Policía especializada iba a intervenir de manera inopinada cualquier computadora de la institución.
Para ellos, el trabajo de la prensa de decir la verdad es “malintencionado”. Mejor dicho, el denunciar compras sobrevaluadas, contrataciones ilegales y demás irregularidades, según ellos es porque somos malvados…
Hablamos de un sobrecosto de más de 1.2 millones de soles en una compra que es clave para los pacientes con necesidades respiratorias, como los de la COVID. Recordemos que, durante el inicio de la pandemia, Martín Vizcarra, también conocido como el lagarto, compró de manera directa 452 respiradores mecánicos a China, de los cuales ninguno funciona en la actualidad. Es más, ninguno de los equipos fue utilizado más de un mes debido a su pobre calidad, colocando al paciente en peligro. El lagarto gastó 12 millones de dólares en esa compra.
Esperemos que eso no suceda con los equipos del hospital regional. No solo se sacrifica calidad de equipos, sino también, el brindar un mejor diagnóstico y calidad de atención a los pacientes.
Por otro lado, se debe tener claro que la documentación relacionada a compras realizadas por las instituciones del Estado, es información pública y de libre acceso. El pretender ocultar esta información es un delito, y la fiscalía, por oficio, debería denunciar este hecho.
Ante las irregularidades denunciadas por este diario, el director del hospital no se ha pronunciado, y sólo ha mantenido silencio. Inclusive nuestras fuentes nos han avisado de que el administrador ha obrado conforme a lo solicitado por el director.
Esperamos que en el transcurso de esta semana se pronuncien las autoridades responsables del hospital y Diresa. Con respecto a la licitación de adquisición de respiradores mecánicos, se debería anular y volver a convocar un nuevo proceso.
Para finalizar. Debe quedar en claro que la prensa tiene todo el derecho de difundir estas irregularidades, como también difundir los aciertos y triunfos que puede tener una institución sobre la base de los logros y al trabajo que realizan sus funcionarios.