Feminicidio en Huánuco: Datos alarmantes y acciones urgentes para combatir la violencia de género
Huánuco, Amarilis, Tingo María, Leoncio Prado, Aucayacu y Puerto Inca son zonas con alto índice de violencia contra la mujer
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Huánuco se posiciona como una de las regiones más golpeadas por la violencia de género en el Perú. Según datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), durante 2024, el país registró 132 feminicidios, de los cuales 8 ocurrieron en Huánuco, colocándolo en el tercer lugar a nivel nacional.
Dos de estos crímenes se reportaron en el distrito de Huacrachuco, lo que significa que una cuarta parte de los feminicidios en el departamento ocurrieron en esta zona. Estos hechos subrayan la necesidad de intervenciones inmediatas y sostenidas para frenar esta ola de violencia que sigue devastando comunidades y dejando huellas profundas en las víctimas y sus familias.

Escenario Complejo
La violencia contra la mujer en Huánuco no se limita al feminicidio. Entre enero y octubre de 2024, el departamento registró:
- 1740 casos de violencia física, un promedio de cinco mujeres agredidas diariamente.
- 1804 casos de violencia psicológica, una forma de maltrato que frecuentemente antecede a otros tipos de violencia.
- 963 casos de violencia sexual, con niñas y adolescentes como las principales víctimas.
A nivel nacional, los casos de violencia sexual alcanzaron 17 225 en menores de edad, un dato escalofriante que refleja la urgencia de abordar este problema desde sus raíces.
Las localidades con mayor incidencia de violencia contra la mujer en Huánuco son: Amarilis, Tingo María, Leoncio Prado, Aucayacu, Puerto Inca y el mismo Huánuco, lo que evidencia un patrón extendido en áreas tanto urbanas como rurales.

Patrones de abuso
El 52.3% de los feminicidios en Huánuco están motivados por el control y los celos, según datos del MIMP. Estos crímenes suelen ocurrir en el entorno doméstico, a manos de parejas o exparejas de las víctimas. Este entorno de familiaridad no solo dificulta la denuncia temprana, sino que perpetúa el ciclo de abuso al normalizar el maltrato como parte de las dinámicas de poder en las relaciones.
El impacto social es devastador. Más del 62.9% de las mujeres asesinadas dejaron hijos menores de 18 años. Estos niños no solo enfrentan la pérdida de su madre, sino también la ausencia del padre, quien generalmente es encarcelado por el crimen. Esta doble pérdida genera traumas profundos, desarraigo familiar y un futuro incierto para los menores.
Llamado a la acción
Richard Llanto, coordinador del Programa Aurora en Huánuco, destacó que a pesar de la disminución en la cifra de feminicidios respecto al 2023, que cerró con 11 casos, la región sigue enfrentando un problema estructural que requiere un enfoque integral. Además, alertó sobre el aumento en los casos de violencia sexual, que ya superan las cifras del año pasado.
“En Huánuco, seguimos con un alto índice de feminicidios y violencia sexual. Muchas mujeres regresan al círculo de violencia porque los agresores las manipulan con promesas de cambio. Sin embargo, estas promesas terminan en tragedia, como vemos en los casos de feminicidio”, señaló Llanto.
Llanto también destacó la importancia de iniciativas como la campaña “Prevenir para Proteger”, lanzada en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta campaña, que tendrá una duración de un año, busca sensibilizar a las familias y capacitar a padres y cuidadores para identificar señales de abuso y proteger a los menores.
Factores que agravan el problema
En Huánuco, las barreras estructurales, como el limitado acceso a la justicia, la insuficiencia de recursos en los Centros de Emergencia Mujer (CEM) y la normalización del abuso en muchas comunidades, complican la lucha contra la violencia de género. Además, el temor a represalias y la dependencia económica hacen que muchas mujeres no denuncien, perpetuando un ciclo de silencio y desprotección.
Llanto enfatizó que los agresores y perpetradores de los feminicidios son hombres cuyas edades oscilan entre 22 a 35 años.
“Muchas veces las mujeres regresan al círculo de violencia, porque el agresor los manipula, les promete cambiar y muchas veces le citan a la mujer en lugares descampados o con engaños, “vamos a hablar del tema de los hijos”, les dice y les quitan la vida”, explicó Llanto.
Por otro lado, la falta de atención psicológica para las víctimas y sus familias es otro desafío. Los niños que son testigos o sobrevivientes indirectos de la violencia necesitan apoyo integral para romper con el ciclo de abuso y evitar que las secuelas emocionales los persigan a lo largo de sus vidas.
Dato:
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer no debe ser solo un recordatorio simbólico. Es un llamado urgente a actuar para proteger a las mujeres y niñas de Huánuco y de todo el Perú. La lucha contra el feminicidio y la violencia de género debe ser constante, con esfuerzos que trascienden campañas y fechas conmemorativas, garantizando un futuro donde la dignidad, la seguridad y el respeto prevalezcan para todos.