Actualización en vivo Putin no pacta un alto el fuego inmediato aunque se muestra dispuesto a considerarlo

La situación en la región de Kursk, territorio ruso fronterizo con Ucrania, se ha convertido en un punto álgido dentro del conflicto en curso. Esta área, donde las fuerzas ucranianas realizaron una incursión sorprendente el pasado agosto, ocupando varios cientos de kilómetros cuadrados, se encuentra ahora en el centro de intensos combates y negociaciones diplomáticas de alto nivel.

Según la investigación publicada por The New York Times, el presidente Vladimir Putin ha manifestado que no tiene prisa por aceptar un alto el fuego y prefiere continuar las negociaciones con el presidente Trump, indicando a la prensa que Rusia está a favor de una tregua de 30 días, aunque sujeta a numerosas condiciones.

Las declaraciones de Putin, realizadas en una conferencia de prensa en Moscú, se producen en un momento en que funcionarios estadounidenses se encuentran en Rusia para discutir la propuesta de alto el fuego que Ucrania ya ha aceptado. El líder ruso ha expresado que la idea de la tregua es correcta, pero ha añadido que existen cuestiones que deben ser discutidas con sus homólogos estadounidenses. Entre estas, ha resaltado la necesidad de esclarecer si Kiev continuaría recibiendo envíos de armas durante el período de la tregua, así como los mecanismos de supervisión y aplicación del cese al fuego.

El mandatario ruso también ha afirmado que Rusia no permitirá la retirada pacífica de las fuerzas ucranianas que ocupan territorio en la región rusa de Kursk, sugiriendo que el liderazgo ucraniano podría ordenarles «simplemente rendirse». Esta es la primera vez que Putin aborda públicamente la oferta de alto el fuego. A pesar de que sus condiciones puedan resultar inaceptables para Ucrania, no ha reiterado la exigencia del año pasado de que un alto el fuego dependería de la retirada de Ucrania de las cuatro regiones ucranianas que Rusia ha declarado como propias, aunque no las controle completamente.

Se espera que Putin se reúna con Steve Witkoff, enviado para Oriente Medio del presidente Trump, y ha señalado que podría hablar pronto con el presidente estadounidense. Por su parte, Trump, durante una reunión con el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, en el Despacho Oval, ha afirmado que se están llevando a cabo «discusiones muy serias» con Putin y otros para concretar el acuerdo de alto el fuego de 30 días. Además, indicó que a Estados Unidos le gustaría ver un alto el fuego por parte de Rusia. Al ser preguntado sobre si hablaría con el presidente ruso, Trump respondió que le «encantaría reunirse» y hablar con él.

Trump también ha revelado que Estados Unidos ha discutido con Ucrania posibles concesiones como parte de un acuerdo de paz, incluyendo «tierra y partes de tierra que se mantendrían y se perderían, y todos los demás elementos de un acuerdo final». Andriy Yermak, jefe de la oficina presidencial en Ucrania, ha afirmado en una entrevista en video a medios ucranianos que «nuestra posición aquí está completamente en línea con nuestros socios estadounidenses», y que «esto es sólo el comienzo y tenemos mucho trabajo por hacer», subrayando que «Ucrania no está sola, Ucrania está con sus socios, incluyendo a nuestros socios europeos».

La situación en Kursk es crítica, con las fuerzas de Moscú intensificando su campaña para expulsar a las fuerzas ucranianas. El Ministerio de Defensa ruso ha afirmado que las fuerzas rusas han recuperado Sudzha, el principal centro poblacional en la región que fue capturado por Ucrania el año pasado. Se reportó que Putin visitó un puesto de mando cerca del frente en Kursk para animar a su ejército en la expulsión de las fuerzas ucranianas del territorio. Además, la ofensiva rusa en Kursk pareció acelerarse después de que Trump congelara la ayuda militar y el apoyo de inteligencia a Ucrania a principios de marzo, ayuda que se reanudó esta semana con la aceptación ucraniana de la propuesta de alto el fuego.

A pesar de las presiones y la incertidumbre, el Secretario de Estado, Marco Rubio, ha expresado su esperanza de que un alto el fuego entre Rusia y Ucrania pueda tener lugar en «días» si los líderes rusos están de acuerdo. Esta intensificación de los contactos diplomáticos refleja la complejidad de la situación y la búsqueda de una solución que, aunque temporal, pueda aliviar la tensión en la región.