Tingo María, Wilfredo Nalvaez Figueroa
En esta ciudad, que vive una pacificación, se ha incrementado la cantidad de indigentes, orates, vagabundos e incluso la prostitución homosexual durante las madrugadas y en pleno centro urbano. Se han mostrado videos y fotografías sobre esto, pero las autoridades parecen hacer oídos sordos. El plan zanahoria –que obliga cerrar los negocios de expendio de alcohol a las tres de la madrugada– es muchas veces incumplido por estos establecimientos y el municipio no cumple con sancionarlos ni clausurarlos.
Los vecinos de los alrededores de bares y discotecas manifiestan que están cansados de alertar esta situación que se incrementa a vista y paciencia de las autoridades.
Esta realidad se ve a diario cuando muchas discotecas siguen funcionando hasta las primeras horas de la mañana (5 a. m.) donde ciudadanos y turistas, que hacen deporte, se ven acosados por los borrachos y personas del mal vivir. Además, de contemplar la patética imagen de los orates, vagabundos y mendigos que piden limosna para consumir licores.