200 años del Congreso de la República

Ayer se celebraron los 200 años de vida del Congreso de la República del Perú, pues precisamente este importante poder se formó aproximadamente un año después de la declaración de la independencia nacional del 28 de julio de 1821.

Se buscaba garantizar la vigencia de los derechos y deberes de los ciudadanos, la consolidación del ordenamiento jurídico y político del país, por ende, un ideario democrático era necesario.

Es esa misma democracia que nos permite a cada uno de nosotros el expresar y el hacer lo que consideramos conveniente.

Es así que se inicia nuestra historia republicana, con tres poderes autónomos e independientes: el Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El Congreso, durante la mayor parte de su vida institucional, ha gozado del respeto y consideración de los ciudadanos, sin embargo, en las últimas décadas, esto ha cambiado considerablemente.

Para empezar, los antiguos congresistas primaban antes el bienestar y bien común, realizaban una seria fiscalización al gobierno de turno y por lo general se trataba de ciudadanos preparados en leyes.

Sin embargo, en las últimas décadas, esto ha cambiado mucho, como sabemos, las principales motivaciones e intereses son las personales y las de las élites que pueden pagar los lobbies por debajo de la mesa. 

En su mayoría son personajes poco preparados y que siempre eligen un bando para proteger su propio bienestar. No obstante, con respecto a la fiscalización, se utiliza, por lo general, a modo de cálculo político.

Si evaluamos el nivel de calidad de las leyes presentadas y aprobadas por los congresistas en los últimos años, los resultados son muy penosos y dejan mucho que desear.

El populismo es el otro cáncer que está afectando a la política, ya que se practica en casi todos los ámbitos políticos de nuestro país. 

En el caso de los futuros congresistas y ya elegidos, el populismo es un factor infaltable en la mayoría. 

Por supuesto que hay excepciones, hay ciudadanos preparados que aportan un gran nivel al debate, pero son pocos.

Por todos estos factores, esta institución está altamente descalificada por el pueblo.

Son estos congresistas, que muchas veces siguen defendiendo el centralismo, aduciendo que Lima es el centro de gravedad del Perú y, a la larga, provoca mucho daño al resto del país.