Escrito por: Econ. Vladimir H. Santiago Espinoza
La figura que acompaña estas notas está referida al comportamiento productivo del departamento de Huánuco en los últimos 10 años. Indudablemente es fundamental precisar que nuestros mejores períodos estuvieron asociados con mayor inversión privada, hoy alarmada por la coyuntura política. En el 2012, el PBI registró una de las tasas más altas del decenio (Inversión en Chaglla, Centros Comerciales, entre otros). Cerca de S/ 2,000 millones de soles invertidos. El segundo año con una tasa importante es el 2017, iniciando en dicho período la producción en la central Hidroeléctrica de Chaglla.
El instituto Peruano de Economía, confirmó a través de su INCORE 2021 sobre la caída de la producción del departamento en 19%. Si bien es cierto, es consecuencia de las medidas de confinamiento, es fundamental analizar el contexto antes de la pandemia. Los años 2018, 2019, nuestro departamento ya mostraba desaceleración. Indudablemente este escenario invita a todos a cuestionar si lo que estuvimos haciendo en materia de desarrollo económico estuvo bien o no.
La inversión privada no registró cifras de gran impacto. El Banco Central dejó de registrarlo el 2014. La variación de existencias, debe ser el componente más dinámico en esta variable del PBI.
¿Qué esperamos para el departamento este 2021? El mejor escenario sería concluir el año con 0% de crecimiento, demostrando que la inversión pública, la disposición de liquidez de AFP, subvenciones en empresas y muchos otros, van a tener resultados optimistas. Por supuesto, siempre y cuando, la coyuntura política no afecte sobremanera al comportamiento regular de todas las variables que contribuyen a la producción.
Mejorar el escenario para la inversión privada, eficiencia en el gasto público, apuesta de consumo en negocios locales, son alternativas que pueden ayudar a la economía a no registrar cifras negativas para este año. ¡Cómprale a Huánuco! Parece una frase cansada, sin embargo, vigente y necesaria si queremos recuperarnos.